Cada unidad reconstruida puede costar entre S/.5.000 y S/.9.000
De nada sirven todas la recomendaciones que realiza el Ministerio de Transportes y Comunicaciones cuando en el paradero 9 de San Luis, en el distrito huanuqueño de Amarilis, se sigue fabricando las carrocerías de los buses-camión. Estos luego son utilizados por las empresas de transporte interprovincial que cubren las rutas en el interior del departamento o hacia las jurisdicciones vecinas.
El chasís del camión es revestido por los mecánicos con planchas de metal, luego le sueldan los asientos y finalmente se procede a pintar la unidad. Toda esta labor se realiza por las noches, al amparo de la oscuridad, como queriendo ocultar que se está faltando a las leyes al construir máquinas peligrosas.
Las carrocerías se fabrican con planchas de metal que son unidas con soldadura autógena, y cuestan entre S/.5.000 y S/.6.000, pero si el cliente quiere mejorar la calidad y pide que las uniones se hagan con soldadura eléctrica, el costo puede llegar a S/.8.000 y S/.9.000. Además, en estas unidades se usan planchas galvanizadas de aluminio.
La instalación de los asientos y el pintado de la unidad significan otra inversión adicional.
Una vez habilitadas, estas unidades realizan viajes a las provincias de Dos de Mayo, Huamalíes, Leoncio Prado, pero la policía que debe custodiar esas zonas no controla su paso. Los efectivos saben de dónde proceden las unidades, pero simplemente dejan que avancen en su ruta.
Semana a semana se fabrican un número no determinado de unidades sin que nadie controle ni diga nada. Ni el Ministerio de Transportes y Comunicaciones de Huánuco ni la Policía Nacional del Perú.
Son más de treinta las empresas que operan en Huánuco, cubriendo las rutas entre sus 11 provincias y 76 distritos, pero muchas de sus unidades no cuentan con SOAT, y menos han sido revisadas por las autoridades.
Generalmente, hacia los pueblos más alejados de la sierra y la selva, operan las empresas de transportes como Chasqui, La Unión, Santa Peregrina, Bella, La Marginal, Transportes Sánchez y otras que cuentan, entre sus unidades, con buses-camión.
Según algunas personas que prefirieron mantener sus nombres en reserva, los buses-camión prestan servicio entre Huánuco y La Unión, capital de la provincia de Dos de Mayo donde, al parecer, nadie se ha enterado del plan Tolerancia Cero.
Además, se han reportado casos en que las unidades de transporte han resultado con fallas mecánicas, por lo que los choferes y sus ayudantes han tenido que hacer malabares para poder llegar a su destino. En algunos casos hasta han utilizado sogas para poder asegurar algunas piezas o partes del bus-camión que amenazan con quedarse en el camino.
Algunos pobladores que utilizan estos servicios de transporte se quejan, pues no tienen alternativa. Esas unidades son las únicas que se aventuran a transitar por los caminos en mal estado con los que cuenta Huánuco. "Los que quieren llegar a un cargo público siempre nos prometen que arreglarán las carreteras, pero una vez en el poder se olvidan de atendernos", se quejaba un sufrido pasajero de bus-camión.
De nada sirven todas la recomendaciones que realiza el Ministerio de Transportes y Comunicaciones cuando en el paradero 9 de San Luis, en el distrito huanuqueño de Amarilis, se sigue fabricando las carrocerías de los buses-camión. Estos luego son utilizados por las empresas de transporte interprovincial que cubren las rutas en el interior del departamento o hacia las jurisdicciones vecinas.
El chasís del camión es revestido por los mecánicos con planchas de metal, luego le sueldan los asientos y finalmente se procede a pintar la unidad. Toda esta labor se realiza por las noches, al amparo de la oscuridad, como queriendo ocultar que se está faltando a las leyes al construir máquinas peligrosas.
Las carrocerías se fabrican con planchas de metal que son unidas con soldadura autógena, y cuestan entre S/.5.000 y S/.6.000, pero si el cliente quiere mejorar la calidad y pide que las uniones se hagan con soldadura eléctrica, el costo puede llegar a S/.8.000 y S/.9.000. Además, en estas unidades se usan planchas galvanizadas de aluminio.
La instalación de los asientos y el pintado de la unidad significan otra inversión adicional.
Una vez habilitadas, estas unidades realizan viajes a las provincias de Dos de Mayo, Huamalíes, Leoncio Prado, pero la policía que debe custodiar esas zonas no controla su paso. Los efectivos saben de dónde proceden las unidades, pero simplemente dejan que avancen en su ruta.
Semana a semana se fabrican un número no determinado de unidades sin que nadie controle ni diga nada. Ni el Ministerio de Transportes y Comunicaciones de Huánuco ni la Policía Nacional del Perú.
Son más de treinta las empresas que operan en Huánuco, cubriendo las rutas entre sus 11 provincias y 76 distritos, pero muchas de sus unidades no cuentan con SOAT, y menos han sido revisadas por las autoridades.
Generalmente, hacia los pueblos más alejados de la sierra y la selva, operan las empresas de transportes como Chasqui, La Unión, Santa Peregrina, Bella, La Marginal, Transportes Sánchez y otras que cuentan, entre sus unidades, con buses-camión.
Según algunas personas que prefirieron mantener sus nombres en reserva, los buses-camión prestan servicio entre Huánuco y La Unión, capital de la provincia de Dos de Mayo donde, al parecer, nadie se ha enterado del plan Tolerancia Cero.
Además, se han reportado casos en que las unidades de transporte han resultado con fallas mecánicas, por lo que los choferes y sus ayudantes han tenido que hacer malabares para poder llegar a su destino. En algunos casos hasta han utilizado sogas para poder asegurar algunas piezas o partes del bus-camión que amenazan con quedarse en el camino.
Algunos pobladores que utilizan estos servicios de transporte se quejan, pues no tienen alternativa. Esas unidades son las únicas que se aventuran a transitar por los caminos en mal estado con los que cuenta Huánuco. "Los que quieren llegar a un cargo público siempre nos prometen que arreglarán las carreteras, pero una vez en el poder se olvidan de atendernos", se quejaba un sufrido pasajero de bus-camión.
Hoy nos tocó reportar la situación que se presenta en Huánuco, donde es desesperante la inacción de las autoridades encargadas de realizar estos controles. ¿Qué espera el gobierno regional para poner a trabajar al personal de la Dirección de Transportes?
Del mismo modo, el comando policial debe exigir un mayor celo a los efectivos que vigilan las carreteras, pues nadie sabe en qué momento las fallas estructurales de los buses-camión nos pasarán la factura.
Quizá los transportistas de la zona se refugien en el repetido pretexto de que las unidades de transporte son caras, ¿pero, cuándo se acordarán del valor de una vida humana?
Del mismo modo, el comando policial debe exigir un mayor celo a los efectivos que vigilan las carreteras, pues nadie sabe en qué momento las fallas estructurales de los buses-camión nos pasarán la factura.
Quizá los transportistas de la zona se refugien en el repetido pretexto de que las unidades de transporte son caras, ¿pero, cuándo se acordarán del valor de una vida humana?
CLAVES
¿Por qué son peligrosas esas unidades?
Si un camión es transformado en ómnibus, sufre el corte del chasís, que incluye la transformación del sistema eléctrico de frenos, vital para la seguridad de la máquina y sus ocupantes.
El chasís, al ser cortado y luego parchado, carece de la resistencia original, que disminuye hasta niveles por debajo de los estándares óptimos.
En las uniones en las estructuras del bus-camión se emplean soldaduras de muy mala calidad, que determinan que el casco sea muy frágil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario